miércoles, 2 de marzo de 2011

Trovador

Siempre intentando hacer feliz, tocando la guitarra para hacerles reír, recuerdos profundos para mejorar… mi cantar, realizo grandes escritos para dar emoción, escribo más para hablarles de amor.

Los versos que entonan una canción, la aldea que se congrega esperando mi canción, los rostros de odio y amor se mezclaron con una luz.

Llego del horizonte, cantando sueños al sol del poniente.

El viento cruza mi canción, la luna y el sol guían una vez más mi razón y en mis versos se ahoga la ilusión y en las antorchas de la multitud puedo ver el dolor.

Mis manos sangrantes de tanto tocar y mis pies ya no pueden andar, pulcro sentimiento ahogado… las soledades que me abrigaban ahora besan aquellos del pueblo que me ven como muertos en vida.

Espero que mi cantar llegue a la multitud, resurgir la luz a esa voz dormida de esta aldea que está escondida en la penumbra y la soledad y que en sus antorchas pueda ver algo de… felicidad y amor.

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